martes, 26 de abril de 2011

20

Y después de hablar largo y tendido conmigo misma, me he dado cuenta de que no puedo ni imaginarlo en realidad. Que no se si puedo o no, pero que no quiero vivir sin ti. Que me pones nerviosa dos años después. Que mi piel tiembla con tu roce, que mi espalda se eriza, que mi corazón te necesita todos los días, que mis labios me queman sino besan los tuyos, que mis manos necesitan tu pelo y mi nariz tu olor. Que necesito decirte que te quiero todos los días porque sino no me merece la pena levantarme de la cama y que te quiero mas de lo que te quise jamás. Que quiero todo el futuro contigo. Siendo mi satélite, mi cómplice, mi espía, mi mitad, mi media naranja y mi medio limón.

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