miércoles, 19 de enero de 2011

No hay nada peor para el sol

-¿Sabes? Cuando Hugo me dijo que se iba, que no sabía cuando iba a volver, que me dejaba porque no le parecía justo que yo le esperase, creí que iba a morirme… Yo jamás había pensado como iba a ser nuestro final, pero jamás me lo hubiese imaginado así. Tan doloroso. Quizá tu sepas lo que es, pero yo en un año me he enfrentado al reto que supone querer a una persona de una manera completamente diferente a la de querer a tus hermanos, a tus padres o a tus amigos. Me he encontrado con el amor a la vuelta de la esquina y me ha dado un batacazo. Me ha dado en lo más profundo que hay en mi. Jamás creí que eso del amor loco, irracional, doloroso, existiese…Eso solo pasaba en las películas, pensaba yo…Que equivocada estaba, Claudia. Llegó él, Hugo, el amigo de mi hermano, el hermano de mi amigo David, novio de mi mejor amiga y de repente, click, algo cambia mi vida de norte a sur. Lo he pensado y no me arrepiento ni tan siquiera un poquito de quererle como le quiero. Es lo mejor que me podía haber pasado. Era como esa sensación tan agradable cuando el sol te da en todo el cuerpo y el aire que respiras te llega hasta el fondo de los pulmones o como cuando se te pone la piel de gallina después de un beso en el cuello o la sensación de besarse con los ojos abiertos. Era algo loco, extraño , perfecto y bonito. Y de repente toda esa magia que inundaba mi vida, mis días, mi cuerpo … deja de existir y me deja con un montón de recuerdos preciosos, con un montón de secretos y palabras bonitas, besos, orgasmos y de caricias y mi vida pierde todo el sentido. Ya solo os tengo a vosotros.
Lo dije muy serena. Mirando perdidamente un punto infinito del suelo, mientras las lágrimas que creía perdidas salían a borbotones de mis ojos enormes.

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